La Oficina Nacional de Caza está en pie de guerra con la Comisión Europea. El motivo es que se quiere modificar la directiva de armas de fuego, que restringiría las armas dedicadas a uso deportivo, las semiautomáticas y las de coleccionismo, además de limitar también la adquisición de componentes y la venta a distancia. Desde la Oficina Nacional de la Caza no apoyan estas medidas y afirman que son excesivas.
Desde Europa se quiere restringir el comercio de armas por Internet porque es una fuente más sencilla de tráfico ilegal, siendo tan irresponsable dicha venta que incluso puede usarse fácilmente por terroristas.
Los cazadores lo niegan tajantemente e insisten en que la normativa española y europea de armas es una de las mejores, pero llevar a cabo esta modificación supondría una merma de sus libertades.
La organización de representantes del sector cinegético no descartan movilizaciones.