El Guijuelo se trae un punto de Galicia que le supo a gloria al equipo de Mateo García, que en el minuto 79 perdía por 2-0 y parecía que iba a regresar con al derrota. Pero la reacción final le permitió rescatar un punto de oro. Antonio Pinto, de penalti, y Raúl Ruiz, marcaron los goles que equilibraron el resultado.
La celebración del 2-2, en el que Raúl Ruiz mandó callar a la afición local, fue el detonante para que mientras el jugador celebraba el empate dentro de su banquillo, un aficionado local saltó al campo, presumiblemente para agredirle. La Guardia Civil y la Policía Local de Boiro redujeron al individuo y lo sacaron del estadio.
El colegiado, Alberto Villoria, amonestó al jugador con amarilla por «gestos exaltados, irrisorios y provocadores hacia el público al celebrar el gol», tal y como recogió en el acta.
Además cuando ambos equipos se dirigían a sus respectivos vestuarios, varios aficionados locales quisieron agredir desde la misma grada a Raúl Ruiz. Según apuntó el colegiado Alberto Villoria «a la finalización del encuentro, cuando el jugador número 7 del equipo visitante se dirigía al túnel de vestuarios, fue alcanzado por un objeto que no pude identificar desde la grada procedente de un aficionado local que fue identificado por los cuerpos de seguridad que se encontraban en el estadio».
Además, el árbitro aseguró que «a mi entrada fui alcanzado por dos esputos en la cara procedentes de dos aficionados del equipo local».
Por todo ello Boiro podría enfrentarse a una dura sanción por estos incidentes.