Históricamente, Guijuelo es conocido nacional e internacionalmente por sus jamones. Una industria que ha tirado económicamente de una localidad en la que el fútbol tardó en llegar. Hasta 1974 no se fundó el C.D. Guijuelo, que se militó en categorías regionales hasta la última década.
Marca.com / Hasta la 2002-03 no debutó en Tercera división. Tardó dos años en subir a Segunda B y tras un descenso, cumple ahora su sexta campaña en la categoría de bronce. Un crecimiento deportivo del primer equipo que arrastra a la cantera que, sin embargo, se encuentra ahora con un problema importante.
Éste no es otro que unas infraestructuras que apenas pueden soportar todo el desarrollo de las categorías inferiores. Esta temporada, el club cuenta en su estructura con 11 equipos en los que reúne más de 250 chavales del pueblo y la comarca. Un valor humano que se encuentra con el obstáculo de que sólo disponen de un único campo tanto para los entrenamientos como para los partidos oficiales de todos.
Pedro Martín Casillas es el encargado de coordinar todos esos horarios. El primer equipo se entrena por las mañanas, mientras que por las tardes se tienen que repartir el resto, muchos de ellos compartiendo campo y horario.
“Nos tenemos que amoldar a base de recortar horarios y hacer sesiones más cortas. Lo más complicado es organizar los horarios de los partidos. Tenemos que estar en contacto con la Federación para tratar de que la mitad de los equipos jueguen en casa y la otra mitad lo hagan fuera”, explica.
Por eso, el objetivo que se ha planteado el club, con la colaboración de MARCA, es el de construir junto al viejo campo del equipo, dos nuevos terrenos de juego en los que los chavales puedan entrenarse sin estrecheces y se pueda seguir desarrollando el fútbol en la comarca, además de mejorar las infraestructuras actuales. “Para mí sería maravilloso poder contar con al menos un campo más. Nos liberaría mucho”, apunta Pedro Martín.
El impulsor de esta iniciativa es el presidente, Jorge Hernández, que a sus 30 años es uno de los dirigentes más jóvenes del fútbol español. “Es un proyecto de todos y para el pueblo. Cuando entramos hace cuatro años en el club, lo hicimos porque el ayuntamiento nos lo pidió para mantener el fútbol base. Hemos crecido mucho deportivamente, pero no queremos irnos sin dejar algo para el futuro de la cantera. Quien más o quien menos en Guijuelo tiene un hijo o un sobrino en el club, así que todos están muy entregados”, asegura.
Los integrantes del primer equipo no son ajenos al apoyo que necesita la cantera. El técnico Imanol Idiakez —hermano de Íñigo, ex jugador de la Real Sociedad y el Rayo, entre otros— destaca la necesidad que tienen de crecer: “Las instalaciones dan para lo que dan. Es importante que podamos mejorar en todos los aspectos, porque los chavales tienen mucha ilusión y es importante trabajar para ellos”.
Ahora, el club, de la mano de MARCA, va a intentar aportar su granito de arena para que este proyecto se haga realidad.