
La Delegación Territorial en Castilla y León de laAgencia Estatal de Meteorología (Aemet) advirtió este jueves de que las temperaturas más bajas de la ola de frío siberiano que está sufriendo la Comunidad están previstas para el viernes y el sábado aunque, según explicó su responsable, José Pablo Ortiz, no se espera que se alcancen registros récords en las capitales de provincia.
ICAL / Burgos, Soria y Segovia serán las provincias más afectadas con temperaturas máximas que no llegará a un grado y con mínimas que rondarán los diez bajo cero. En las zonas montañosas de estas provincias, así como en el norte de León y Palencia, y en puntos del Sistema Central, podrían alcanzarse los 20 bajo cero, aunque siempre, según puntualizó Ortiz, «en zonas muy altas y donde no se localizan núcleos de población». La situación mejorará en las áreas situadas más al oeste, donde los termómetros podrán alcanzar temperaturas máximas de tres o cuatro grados.
Así, las temperaturas mínimas el viernes y el sábado en la Comunidad estarán comprendidas entre los 5 y los 10 grados bajo cero, mientras que las máximas se mantendrán por debajo de los 3-5 grados centígrados. Además, los vientos moderados, de entre 30 y 50 kilómetros por hora, aumentarán la sensación de frío.
Sin embargo, al ser una masa de aire polar con mucho recorrido por el continente, su contenido en agua es poco y, en principio, apenas se esperan nevadas, excepto en la zona norte de Burgos, donde serán de escasa importancia.
Para el domingo y el lunes se espera una tregua al estar previsto la llegada de un frente atlántico, lo que provocará una subida de las temperaturas de entre tres y cuatro grados, aunquetambién incrementará el riesgo de nevadas como consecuencia de una mayor humedad. Para esos días la previsión de nieve afecta de forma especial al norte de las provincias de Palencia y Burgos, aunque se espera que sean precipitaciones de poca intensidad.
Tras este paréntesis, los termómetros volverán a caer el martes. «De momento, no tenemos datos suficientes para conocer la evolución de la masa de aire siberiano, aunque hasta bien entrada la próxima semana la situación no cambiara mucho», puntualizó Ortiz.
Desde la Aemet creen que es posible que para el martes 7 las bajas presiones en el Mediterráneo se profundicen y junto a las altas presiones situadas en el centro de Europa vuelvan a introducir en la península Ibérica la masa de aire frío continental, volviendo a bajar las temperaturas durante la tarde del martes hasta volver a las mínimas de entre 5 y 10 grados bajo cero.
Temperaturas más bajas
La estación de esquí salmantina de La Covatilla registró este jueves la temperatura mínima de Castilla y León con 10,8 grados bajo cero, mientras que entre las capitales de provincia la más fría fue Soria, donde el termómetro bajó hasta los 5,7 bajo cero. De todas formas, aunque se trata de los días más fríos de este invierno, estos registros están muy lejos de las temperaturas mínimas históricas que se han alcanzado en la Comunidad, según la Aemet.
Hasta la fecha, según los datos de la agencia estatal, la temperatura más baja registrada por una estación meteorológica en Castilla y León son los 22 grados bajo cero que se alcanzaron el 3 de enero del 1971 en el aeropuerto de Burgos, diez grados menos que los 30 bajo cero que se alcanzaron en la localidad turolense de Calamocha en diciembre de 1963, y que es la temperatura récord nacional. Tras el aeropuerto de Burgos aparece el de Salamanca. En febrero de 1963 el termómetro marcó en la base aérea de Matacán los 20 bajo cero.
Tras Burgos y Salamanca, el récord en capitales de provincia lo tiene León con los 17.4 grados bajo cero que se alcanzaron en enero de 1945, por delante de Ávila y Soria, donde se han llegado a registrar -15. En Palencia la temperatura más baja se registró el 4 de enero de 1971 cuando el mercurio se situó en 14,8 por debajo de cero. En este ranking la ciudad más cálida es Valladolid, donde enero de 1983 se rozaron los 12 bajo cero, por delante de Segovia, que marzo de 2005 alcanzó los -13.2 y Zamora que en enero de 1972 llegó a 13.4 bajo cero.